... y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8.32
Jesús mismo es la verdad que nos libera. Es la fuente de la verdad, la norma perfecta de lo que es bueno. Nos libera de las consecuencias del pecado, del autoengaño y del engaño de Satanás. Nos muestra claramente el camino a la vida eterna con Él mismo (Dios). Jesús no nos da libertad de hacer lo que queramos, sino libertad para seguirlo a Él. Al procurar servirle, la verdad perfecta de Cristo, nos libera, para que seamos todo lo que Él (Dios) quiso que fuésemos.