Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 1 Juan 3.18
Aunque es un músculo pequeño, puede hacer mucho daño. Este pequeño músculo nos ayuda a comer, tragar, saborear, y también inicia la digestión. Pero, a través de ella llegamos a decir lo que no debemos. La lengua es culpable de chismorrear, alagar lo malo, maldecir, mentir, jactarse y lastimar a otros. Además de una larga lista que no precisamente tiene términos favorables. Al parecer es un músculo bastante peligroso, ¿no? Pero la buena noticia esta aquí: No siempre tiene que ser así. Cuando el Espíritu Santo gobierna nuestra vida, nuestra lengua puede convertirse en algo muy bueno.
Podemos hablar de la justicia de Dios (Salmo 35:28) Y mi lengua hablará de tu justicia Y de tu alabanza todo el día.
Podemos decir la verdad (Salmo 15:2) El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.
Podemos mostrar amor (1 Juan 3:18) Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
Y confesar el pecado (1 Juan 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Salomón revela uno de los mejores usos de la lengua: Proverbios 12:18 «… la lengua de los sabios es medicina».
Fuente: REFLEXIONES.MIDIARIOCRISTIANO.COM
Aunque es un músculo pequeño, puede hacer mucho daño. Este pequeño músculo nos ayuda a comer, tragar, saborear, y también inicia la digestión. Pero, a través de ella llegamos a decir lo que no debemos. La lengua es culpable de chismorrear, alagar lo malo, maldecir, mentir, jactarse y lastimar a otros. Además de una larga lista que no precisamente tiene términos favorables. Al parecer es un músculo bastante peligroso, ¿no? Pero la buena noticia esta aquí: No siempre tiene que ser así. Cuando el Espíritu Santo gobierna nuestra vida, nuestra lengua puede convertirse en algo muy bueno.
Podemos hablar de la justicia de Dios (Salmo 35:28) Y mi lengua hablará de tu justicia Y de tu alabanza todo el día.
Podemos decir la verdad (Salmo 15:2) El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.
Podemos mostrar amor (1 Juan 3:18) Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
Y confesar el pecado (1 Juan 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Salomón revela uno de los mejores usos de la lengua: Proverbios 12:18 «… la lengua de los sabios es medicina».
Fuente: REFLEXIONES.MIDIARIOCRISTIANO.COM