Nada hay imposible para Dios

"Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿Qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia."  Génesis 15.2-5
"...; porque nada hay imposible para Dios,"  Lucas 1.37

 Eliezer fue el siervo más confiable que tuvo Abram. De acuerdo con la costumbre, si Abram moría sin dejar hijo, su sirviente más antiguo lo heredaría. Pero, aún cuando Abram amaba a su siervo anhelaba tener un hijo para tener descendencia.
  No se le prometió a Abram riqueza o fama. Ya la tenía. Dios le prometió a Abram una descendencia tan numerosa e incontable como las estrellas del cielo o como la arena del mar (Génesis 22.17). Váyase a un lugar desolado y trate de contar las estrellas. Recoja un puñado de arena y trate de contar sus granos. ¡Es imposible! Cuando Abram había perdido la esperanza de tener un heredero, Dios le prometió descendientes tan numerosos que serían imposibles de contar.
 ¡¡¡Las bendiciones de Dios van más alla de nuestra imaginación!!!