No codiciarás (2)

"No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo."  Éxodo 20.17
"Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee."  Lucas 12.15
"Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con eso."  1Timoteo 6.6-8

  Codiciar es ansiar vehementemente algo. Es desear en exceso dinero, poder, riquezas, u otras cosas. Pero, el Señor nos dice que es bueno tener contentamiento. Valorar lo que tenemos (que es lo que Él nos ha dado) y ser agradecidos. Y nos manda no codiciar los bienes ajenos. Porque codiciar lo que el otro tiene, incluye envidia, resentimiento por el hecho de que otros poseen lo que no tenemos. Y, en ocasiones, nos lleva a pensamientos y actitudes, donde el amor de Dios, está totalmente ausente. El Señor sabe,  que la buena vida, nada tiene que ver con ser rico, y tener todas las posesiones ambicionadas. Y sabe, que sólo Él, puede suplir nuestras necesidades, de manera, que el verdadero contentamiento, se encuentra en la comunión con el Señor.
  Cuando comience a codiciar lo que el otro posee, trate de determinar si existe una necesidad más básica, que yace detrás de esa envidia. Por ejemplo, puede envidiar el éxito de alguien, no porque quiera quitárselo, sino porque tiene una necesidad, más urgente, de sentirse aprobado por los demás. Si este es su caso, ore para que Dios lo ayude a tratar con su resentimiento, y a suplir esta necesidad.