"No hablarás contra tu prójimo falso testimonio." Éxodo 20.16
"De toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio." Mateo 12.36
"No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre." Mateo 15.11
Dar falso testimonio significa mentir en la corte. Dios sabía que Israel no sobreviviría, a menos que tuviera un sistema de justicia incorruptible. Debían ser tan honestos, en privado, como en las afirmaciones públicas.
En cualquiera de las situaciones, damos falso testimonio al no contar la historia en su totalidad, al decir una media verdad, al torcer los hechos, o al inventar una falsedad. Dios nos previene en contra del engaño. Aún cuando éste sea una forma de vida para mucha gente: ¡el pueblo de Dios no debe ceder ante él!
Tengamos en cuenta también, que el hablar con ligereza, puede llevar fácilmente a la mentira (apreciaciones inexactas o injustas, exageraciones, a veces calumnias). Por estas palabras (que tal vez no sean tan graves, según nuestro criterio) seremos juzgados. De manera, que seamos cuidadosos con lo que hablamos, en todo momento.
Más aún, Jesús nos recuerda que lo que decimos, revela lo que hay en nuestro corazón ("Porque del corazón salen los malos pensamientos, ..., los falsos testimonios, las blasfemias." Mateo 15.19). El Señor nos dice que lo que realmente nos contamina (ensucia) es lo que decimos o pensamos (y esto habita en nuestro corazón). Sucede que no podemos arreglar el problema del corazón, cambiando de vocabulario. Debemos pedirle al Espíritu Santo que nos renueve. Que llene nuestro corazón con actitudes y motivos nuevos. De manera, que lo que salga de nuestros labios, sea siempre para edificar y para bendecir a nuestro prójimo. Que así sea, en el glorioso nombre de Jesús!!!
"De toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio." Mateo 12.36
"No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre." Mateo 15.11
Dar falso testimonio significa mentir en la corte. Dios sabía que Israel no sobreviviría, a menos que tuviera un sistema de justicia incorruptible. Debían ser tan honestos, en privado, como en las afirmaciones públicas.
En cualquiera de las situaciones, damos falso testimonio al no contar la historia en su totalidad, al decir una media verdad, al torcer los hechos, o al inventar una falsedad. Dios nos previene en contra del engaño. Aún cuando éste sea una forma de vida para mucha gente: ¡el pueblo de Dios no debe ceder ante él!
Tengamos en cuenta también, que el hablar con ligereza, puede llevar fácilmente a la mentira (apreciaciones inexactas o injustas, exageraciones, a veces calumnias). Por estas palabras (que tal vez no sean tan graves, según nuestro criterio) seremos juzgados. De manera, que seamos cuidadosos con lo que hablamos, en todo momento.
Más aún, Jesús nos recuerda que lo que decimos, revela lo que hay en nuestro corazón ("Porque del corazón salen los malos pensamientos, ..., los falsos testimonios, las blasfemias." Mateo 15.19). El Señor nos dice que lo que realmente nos contamina (ensucia) es lo que decimos o pensamos (y esto habita en nuestro corazón). Sucede que no podemos arreglar el problema del corazón, cambiando de vocabulario. Debemos pedirle al Espíritu Santo que nos renueve. Que llene nuestro corazón con actitudes y motivos nuevos. De manera, que lo que salga de nuestros labios, sea siempre para edificar y para bendecir a nuestro prójimo. Que así sea, en el glorioso nombre de Jesús!!!