"Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo (era la forma en que se sellaba o ratificaba un pacto, en la cultura de Abraham), y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas mi hijo allá. Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio." Génesis 24.2-9
"No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿ qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso." 2Corintios 6.14-18
Cuando llegó la hora en que Isaac debía casarse, se produjo en la vida de Abraham otra oportunidad para ejercitar la fe. Según las costumbres de aquel entonces, le correspondía a Abraham hacer los arreglos para el casamiento de su hijo. Era muy importante que Isaac, como heredero de la promesa, se casase con una creyente, una mujer que valorara el pacto de Dios. Abraham quería que la futura esposa de Isaac fuera de su parentela, y no una de las cananeas paganas. No envió a Isaac a la Mesopotamia, probablemente, porque no quiso que su hijo fuera tentado a quedar allí y abandonar la tierra prometida. Por lo tanto, envió allí a su criado más anciano y fiel (quien posiblemente fuera Eliezer). En las palabras que dice Abraham a su siervo, notamos su confianza en Dios: "Jehová enviará su ángel delante de ti y tú traerás de allá mujer para mi hijo" Génesis 24.7.
Este episodio de la historia bíblica nos deja la siguiente enseñanza: 1) Es responsabilidad de los padres procurar que sus hijos se casen en el círculo de la religión cristiana, y de acuerdo con la voluntad de Dios. 2) Los cristianos no deben casarse con los no cristianos (Gén. 24.3-4; 2Corintios 6.14-17). 3). Es importante escoger bien el lugar de su residencia (Gén. 24.4-9; 37-41); Lot se equivocó funestamente al escoger la morada para su familia. Abraham insistió en que su mayordomo trajese a la esposa de Isaac a la tierra prometida. 4) La oración debe tener un lugar importante al concertar un matrimonio. Hay amplios indicios de que Abraham e Isaac estaban orando.
"No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿ qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso." 2Corintios 6.14-18
Cuando llegó la hora en que Isaac debía casarse, se produjo en la vida de Abraham otra oportunidad para ejercitar la fe. Según las costumbres de aquel entonces, le correspondía a Abraham hacer los arreglos para el casamiento de su hijo. Era muy importante que Isaac, como heredero de la promesa, se casase con una creyente, una mujer que valorara el pacto de Dios. Abraham quería que la futura esposa de Isaac fuera de su parentela, y no una de las cananeas paganas. No envió a Isaac a la Mesopotamia, probablemente, porque no quiso que su hijo fuera tentado a quedar allí y abandonar la tierra prometida. Por lo tanto, envió allí a su criado más anciano y fiel (quien posiblemente fuera Eliezer). En las palabras que dice Abraham a su siervo, notamos su confianza en Dios: "Jehová enviará su ángel delante de ti y tú traerás de allá mujer para mi hijo" Génesis 24.7.
Este episodio de la historia bíblica nos deja la siguiente enseñanza: 1) Es responsabilidad de los padres procurar que sus hijos se casen en el círculo de la religión cristiana, y de acuerdo con la voluntad de Dios. 2) Los cristianos no deben casarse con los no cristianos (Gén. 24.3-4; 2Corintios 6.14-17). 3). Es importante escoger bien el lugar de su residencia (Gén. 24.4-9; 37-41); Lot se equivocó funestamente al escoger la morada para su familia. Abraham insistió en que su mayordomo trajese a la esposa de Isaac a la tierra prometida. 4) La oración debe tener un lugar importante al concertar un matrimonio. Hay amplios indicios de que Abraham e Isaac estaban orando.