Reflexión sobre Éxodo 2.1-10:
La intención de Faraón era implacable: destruir al pueblo hebreo, al que sentía como una amenaza. La orden de tirar al río a todo niño varón que naciera, debía cumplirse inexorablemente. Era poco lo que podía hacer Jocabed (la madre de Moisés) frente a esto. Su única alternativa fue ocultar al bebé, y colocarlo, luego, en una arquilla de juncos sobre el río. Este hecho bastó para que el Señor obrara milagrosamente en la vida de este niño, y de la familia toda. Dios utilizó la valerosa acción de esta madre, para poner a su hijo, el hebreo elegido, a salvo, en la casa de Faraón. A veces nos sentimos rodeados de maldad, y frustrados por lo poco que podemos hacer. Cuando nos encontremos en esta situación, y tengamos que enfrentarnos al mal, busquemos formas de actuar contra él. Luego, confiemos en que el Señor utilizará nuestro esfuerzo, por muy pequeño que sea, en Su lucha contra el mal.
María, la hermana del bebé, vio que la hija de Faraón había descubierto a Moisés. Rápidamente tomó la iniciativa de sugerirle una nodriza (su madre) que pudiera cuidar al niño. Cosa que fue bien vista por la princesa, quien contrató los servicios de María y de su madre. La familia había sido reunida otra vez!!! A menudo e inesperadamente, salen a nuestro paso oportunidades especiales. No permitamos que el temor de lo que pueda suceder, nos haga perder la oportunidad, una vez que ésta llegue. Estemos alerta a las ocasiones que se nos presenten, y pidámosle a Dios que nos ayude a aprovecharnos de ellas.
¡La madre de Moisés se reunió con su bebé! Dios utilizó su valeroso acto de esconder e intentar salvar a su hijo, para comenzar con el plan de rescate de su pueblo, de la esclavitud que vivían en Egipto. El Señor no necesita mucho de nosotros para realizar su propósito en nuestras vidas. Concentrarnos en nuestra difícil situación puede paralizarnos, ya que ésta puede parecer humanamente imposible. Pero, concentrarnos en Dios y en su poder, nos ayuda a encontrar una salida. Ahora mismo podemos sentirnos entre los "juncos" de la vida, incapaces de ver más allá de nuestros problemas. Mejor concentrémonos, y confiemos en el Señor, para poder encontrar la salida. Eso es todo lo que Él necesita para comenzar a obrar en nuestra vida!!!
Texto bíblico:
"Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví,
2 la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.
3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río.
4 Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería.
5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase.
6 Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.
7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño?
8 Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño,
9 a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió.
10 Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué." Éxodo 2.1-10
"Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará." Salmos 37.5
La intención de Faraón era implacable: destruir al pueblo hebreo, al que sentía como una amenaza. La orden de tirar al río a todo niño varón que naciera, debía cumplirse inexorablemente. Era poco lo que podía hacer Jocabed (la madre de Moisés) frente a esto. Su única alternativa fue ocultar al bebé, y colocarlo, luego, en una arquilla de juncos sobre el río. Este hecho bastó para que el Señor obrara milagrosamente en la vida de este niño, y de la familia toda. Dios utilizó la valerosa acción de esta madre, para poner a su hijo, el hebreo elegido, a salvo, en la casa de Faraón. A veces nos sentimos rodeados de maldad, y frustrados por lo poco que podemos hacer. Cuando nos encontremos en esta situación, y tengamos que enfrentarnos al mal, busquemos formas de actuar contra él. Luego, confiemos en que el Señor utilizará nuestro esfuerzo, por muy pequeño que sea, en Su lucha contra el mal.
María, la hermana del bebé, vio que la hija de Faraón había descubierto a Moisés. Rápidamente tomó la iniciativa de sugerirle una nodriza (su madre) que pudiera cuidar al niño. Cosa que fue bien vista por la princesa, quien contrató los servicios de María y de su madre. La familia había sido reunida otra vez!!! A menudo e inesperadamente, salen a nuestro paso oportunidades especiales. No permitamos que el temor de lo que pueda suceder, nos haga perder la oportunidad, una vez que ésta llegue. Estemos alerta a las ocasiones que se nos presenten, y pidámosle a Dios que nos ayude a aprovecharnos de ellas.
¡La madre de Moisés se reunió con su bebé! Dios utilizó su valeroso acto de esconder e intentar salvar a su hijo, para comenzar con el plan de rescate de su pueblo, de la esclavitud que vivían en Egipto. El Señor no necesita mucho de nosotros para realizar su propósito en nuestras vidas. Concentrarnos en nuestra difícil situación puede paralizarnos, ya que ésta puede parecer humanamente imposible. Pero, concentrarnos en Dios y en su poder, nos ayuda a encontrar una salida. Ahora mismo podemos sentirnos entre los "juncos" de la vida, incapaces de ver más allá de nuestros problemas. Mejor concentrémonos, y confiemos en el Señor, para poder encontrar la salida. Eso es todo lo que Él necesita para comenzar a obrar en nuestra vida!!!
Texto bíblico:
"Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví,
2 la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.
3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río.
4 Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería.
5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase.
6 Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.
7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño?
8 Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño,
9 a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió.
10 Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué." Éxodo 2.1-10
"Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará." Salmos 37.5