Cumplamos con todo lo que el Señor nos pide

  Reflexión sobre Éxodo 4.24-26:
    Todo parecía en orden para comenzar la gran tarea de sacar a Israel de Egipto. ¡Allá va Moisés finalmente! Pero ... ¿qué sucede ahora? ¿Dios queriendo matar a su escogido (probablemente, haciéndolo enfermar, hasta el punto de morir)? Leemos en estos versículos que Moisés se dirigía al pueblo del Pacto, en nombre del Dios del Pacto, por las promesas del Pacto, habiendo transgredido ese mismo Pacto. Su hijo no había sido circuncidado.
  ¿Por qué realizó Séfora la circuncisión? Pudo haber sido ella la que, como madianita, que desconocía el requisito de la circuncisión, hubiera persuadido a Moisés para que no circuncidara a su hijo. Si había impedido la acción, ahora tenía que ejecutarla. También es posible que Moisés se sintiera enfermo al permitir la desobediencia. Y entonces, Séfora tuviera que llevar a cabo la circuncisión, para salvar tanto a su esposo como a su hijo. Al momento en que Séfora echó el prepucio cortado, a los pies de Moisés, éste fue libre. ¡Qué gran lección para aquéllos que hoy son levantados para guiar al Israel espiritual de Dios, la iglesia de Cristo! Sólo pueden hacerlo si han aprendido a gobernar bien su casa ... "que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)" 1Timoteo 3.4-5.   También, esta enseñanza, nos incluye a todos los seguidores de Cristo. Las órdenes del Señor son para cumplirlas, si queremos recibir las bendiciones que nos tiene reservadas.

 Texto bíblico:
   "Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo.
25 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.
26 Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión."  Éxodo 4.24-26