Reflexión sobre Éxodo 2.11-25:
A los cuarenta años, Moisés se identificó con el pueblo israelita, y trató de liberarlo por sus propias fuerzas. Acudió a hacer justicia, donde Dios no le había mandado. Trató de asegurarse que nadie lo estuviera viendo, y mató a un egipcio que estaba golpeando a uno de los hebreos. Pero, resultó que alguien lo vio, por lo que tuvo que escapar del país, como un delincuente. Aún no estaban dadas las condiciones: Moisés no estaba preparado para liberar al pueblo, ni éste para ser liberado. Esta conducta probocó su huida de Egipto, y el menosprecio de los integrantes de su pueblo: "¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?" Éxodo 2.14.
Algunas veces, creemos que podemos prescindir de Dios, y somos tentados a hacer las cosas a nuestra manera. Pensamos, erróneamente, que nos saldremos con la nuestra, si nadie nos ve, o no somos sorprendidos. Sin embargo, tarde o temprano, el mal nos atrapa, como lo hizo con Moisés. Aunque no seamos sorprendidos en esta vida, aun así, tendremos que enfrentarnos a Dios, y a la evaluación de nuestras acciones, en algún momento. Busquemos, mejor, que el Señor guíe nuestros pasos. La autosuficiencia, y el querer hacer justicia por mano propia, no le agradan a Dios.
Texto bíblico:
"En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.
12 Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
13 Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo?
14 Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto.
15 Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián." Éxodo 2.11-15
"Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas." Salmo 25.4
A los cuarenta años, Moisés se identificó con el pueblo israelita, y trató de liberarlo por sus propias fuerzas. Acudió a hacer justicia, donde Dios no le había mandado. Trató de asegurarse que nadie lo estuviera viendo, y mató a un egipcio que estaba golpeando a uno de los hebreos. Pero, resultó que alguien lo vio, por lo que tuvo que escapar del país, como un delincuente. Aún no estaban dadas las condiciones: Moisés no estaba preparado para liberar al pueblo, ni éste para ser liberado. Esta conducta probocó su huida de Egipto, y el menosprecio de los integrantes de su pueblo: "¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?" Éxodo 2.14.
Algunas veces, creemos que podemos prescindir de Dios, y somos tentados a hacer las cosas a nuestra manera. Pensamos, erróneamente, que nos saldremos con la nuestra, si nadie nos ve, o no somos sorprendidos. Sin embargo, tarde o temprano, el mal nos atrapa, como lo hizo con Moisés. Aunque no seamos sorprendidos en esta vida, aun así, tendremos que enfrentarnos a Dios, y a la evaluación de nuestras acciones, en algún momento. Busquemos, mejor, que el Señor guíe nuestros pasos. La autosuficiencia, y el querer hacer justicia por mano propia, no le agradan a Dios.
Texto bíblico:
"En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.
12 Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
13 Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo?
14 Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto.
15 Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián." Éxodo 2.11-15
"Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas." Salmo 25.4