Reflexión sobre Éxodo 15.22-27:
Las aguas de Mara contrastan con las fuentes de agua de Elim. Mara representa la incrédula y quejosa actitud del pueblo que no confiaba en Dios. Elim representa la abundante provisión del Señor. ¡Cuán fácil es murmurar y quejarse demasiado seguido, sólo para ser avergonzado por la ayuda de Dios!
La experiencia de Mara brindó la oportunidad de revelar otro aspecto del carácter de Dios, por medio de un nuevo nombre: Jehová Rafa, o sea: "Yo soy Jehová tu sanador". Dios provee sanidad. Como una madre ama a sus hijos por inclinación natural, así el Señor sana a su pueblo, pues está en su naturaleza sanar, por amor. Si lo obedecían, no permitiría ninguna de las enfermedades mediante las cuales había juzgado a los egipcios. Esa misma bendición está al alcance nuestro en la actualidad. Cristo ganó en la Cruz del Calvario la Salvación de todo aquello que nos oprime (fundamentalmente del pecado, pero también de la enfermedad, de la amargura, de los vicios, ...).
"Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." Isaías 53.5
Texto bíblico:
"E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas." Éxodo 15.22-27
Las aguas de Mara contrastan con las fuentes de agua de Elim. Mara representa la incrédula y quejosa actitud del pueblo que no confiaba en Dios. Elim representa la abundante provisión del Señor. ¡Cuán fácil es murmurar y quejarse demasiado seguido, sólo para ser avergonzado por la ayuda de Dios!
La experiencia de Mara brindó la oportunidad de revelar otro aspecto del carácter de Dios, por medio de un nuevo nombre: Jehová Rafa, o sea: "Yo soy Jehová tu sanador". Dios provee sanidad. Como una madre ama a sus hijos por inclinación natural, así el Señor sana a su pueblo, pues está en su naturaleza sanar, por amor. Si lo obedecían, no permitiría ninguna de las enfermedades mediante las cuales había juzgado a los egipcios. Esa misma bendición está al alcance nuestro en la actualidad. Cristo ganó en la Cruz del Calvario la Salvación de todo aquello que nos oprime (fundamentalmente del pecado, pero también de la enfermedad, de la amargura, de los vicios, ...).
"Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." Isaías 53.5
Texto bíblico:
"E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas." Éxodo 15.22-27
